‘Star Trek: Picard’, el viaje llega a su final con un tributo a sus seguidores

‘Star Trek: Picard’ deja atrás dos temporadas decepcionantes, para llegar a una entrega final conmovedora y con rostros conocidos. Llena de referencias al clásico de la ciencia ficción, la serie convierte al almirante, en un hombre falible con la estatura de un héroe. 

Si algo se echó de menos en las dos temporadas anteriores de Star Trek: Picard, fue su poco parecido con la clásica saga central. Ambas entregas, relataron la historia del almirante titular (Patrick Stewart) en plena evolución. En especial, una vez que trató de alejarse de los antiguos tripulantes del Enterprise. Un punto de vista que convirtió a los capítulos iniciales en una exploración en la psicología de su protagonista y acerca del motivo de su retiro. Pero, que le alejaba del robusto mundo de ciencia ficción del cual proviene.

Eso, a pesar de que, cronológicamente, la serie se ubica luego de los eventos de Nemesis. En otras palabras, los antiguos compañeros de Picard formaban parte de su vida, incluso de manera distante. Pero el argumento, tomó la decisión de analizar al almirante desde una perspectiva nueva. ¿Qué ocurriría con los protagonistas fundamentales de las más recientes generaciones de Star Trek fuera de sus espacios habituales? Se trataba de una premisa interesante, pero en especial, extraña en sus implicaciones.

Desde sus queridos personajes como Seven of Nine (Jeri Ryan) y Deanna (Marina Sirtis), hasta la exploración de la parte más vulnerable de Picard. Luego de dieciocho años después de retiro, es un hombre en busca de identidad. En especial, al comienzo de la primera entrega. En ella, tuvo que hacer frente a la muerte de Data y la destrucción del mundo capital del Imperio Romulano. La mitología de la franquicia brindó a los episodios iniciales un aire casi trágico, con el almirante en busca de alejarse de la tripulación de Enterprise.

Pero, la pregunta de interés seguía siendo una: ¿podría Picard solo retirarse al Château que lleva su nombre? Con una apreciable madurez en sus planteamientos, la premisa también abarcaba los conflictos Riker (Jonathan Frakes) y Deanna. La pareja intentaba superar la muerte de su hijo, pero a la vez, eran un símbolo de lo perdido en la clásica saga de la que proceden.

La decisión del creador Alex Kurtzman de explorar lugares nuevos en la franquicia, conllevó un riesgo. ¿Dónde quedaban las grandes luchas intergalácticas, misiones misteriosas y las clásicas criaturas alienígenas? Poco a poco, la serie se convirtió en una de las pocas narraciones de la franquicia, que relatan a Star Trek y a su entorno desde lo familiar.

Una saga histórica en todo su brillo para la tercera temporada de ‘Star Trek: Picard’

Sin embargo, la trama no puede negar de dónde proviene, por lo que la tercera temporada es un tributo a su universo. Esta vez los viajes intergalácticos, culturas desconocidas y batallas a bordo de naves exóticas, son lo más relevante de la acción. Eso, más allá de los conflictos de almirante, el regreso de Worf (Michael Dorn) y Beverly (Gates McFadden), celebra a Star Trek.

Además, lo logra con habilidad y creando dos historias en paralelo que confluyen en un único final. No solo se trata de la reunión de buena parte de las figuras emblemáticas de The Next Generation. También, que el argumento encontró la manera de relatar a detalle su gran conflicto. A dónde lleva el liderazgo de Seven of Nine y también, como eso le vincula, con Picard.

El personaje interpretado por Jeri Ryan, es ahora el primer oficial de U.S.S Titan, lo que quiere decir que está bajo el mando del Capitan Shaw (Todd Stashwick). La tercera temporada, que se ubica cronológicamente unos cuantos meses después del final de la anterior, profundiza en la idea de la evolución de la psiquis de sus figuras. Por necesidad, Seven of Nine, se ha vuelto mucho más cautelosa y consciente del significado de poder. Lo que no evita, que sepa deba correr riesgos para ayudar, como la Ranger en espíritu que no deja de ser.

Una de las virtudes de Star Trek: Picard, es el hecho que dejó atrás el profundizar filosóficamente en sus conflictos, para volver a la aventura. El almirante es el centro de todas las acciones de los múltiples escenarios que se explorarán en la temporada. Desde la reunión — largamente esperada — del elenco de The Next Generation hasta nuevas adiciones que emocionarán a los fanáticos leales.

Hacia lugares desconocidos del universo explorado y también, de figuras entrañables 

La tercera y última temporada de la serie, rescata el espíritu de Star Trek y lo redimensiona a nuevas regiones. Con decisiones inteligentes como la de incluir a las hijas de Geordi La Forge (LeVar Burton), la producción crea su propio mundo de referencias. Alandra (Mica Burton) y Sidney La Forge (Ashlei Sharpe Chestnut), no solo son guiños o figuras destinadas a ser absorbidas por un elenco mayor. Ambas forman parte de la Flota Estelar y serán un punto esencial para comprender la manera en que Picard lucha por la estabilidad galáctica.

Lo más interesante de esta despedida, es que se trata de una conmovedora. La primera entrega fue criticada por alejarse Star Trek como premisa. La segunda, por ser ciencia ficción que olvidó a su lado más sensible. Pero el cierre aprendió la lección y recordó que la icónica historia a la que pertenece siempre fue emocional. Unida con la idea que la galaxia solo podrá ser salvada — de nuevo — gracias a los esfuerzos y la dedicación de todas las criaturas que abogan por la paz y el equilibrio.

¿Parece un poco edulcorado? Quizás lo sea, pero la saga siempre ha llevado el estandarte de la ciencia ficción televisiva a lugares amables. En específico, a personajes llenos de matices y escenarios, que a pesar de pertenecer al espacio profundo, contaba conflictos humanos. Una combinación que le permitió permanecer en la memoria de la cultura pop durante décadas. Algo que la temporada tres de Star Trek: Picard celebra con especial esmero.

Con escenas como las de Picard y Riker bromeando sobre sus achaques, hasta que sus figuras más recordadas sean el centro de la Flota Estelar. Todo es un recorrido nostálgico a los confines de lo esencial y el elemento que la hace perdurable. Convertir a la ciencia ficción en un motivo para explorar, en realidad, al ser humano y sus infinitas posibilidades.

 

Todas las marcas mencionadas en este artículo son propiedad de sus respectivos dueños, la imagen de la portada es creada con Midjourney por Guillermo Amador. Los videos insertados desde YouTube son propiedad de sus respectivos creadores.

Aglaia Berlutti

Aglaia Berlutti es abogada, fotógrafa y escritora, ha dedicado buena parte de su trabajo profesional en ambas disciplinas a la profundizar en la iconografía femenina, con especial énfasis en la mujer que crea y la divinidad femenina. Actualmente se desempeña como profesora de Autorretrato, fotografía en Film e historia de la fotografía en Venezuela en la Escuela Foto Arte, fotógrafa independiente y editora en la revista dedicada a la temática del horror Penumbria de México.

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