Paris te atrapa

Llegué a París por el aeropuerto Orly un sábado a eso de las 8:30 de la mañana, venía de Berlín con una maleta a todo cargar y el carrión que también estaba a tope. Por si esto no fuera suficiente para entrar en razón y tomar un taxi hasta el hotel me fui en autobús hasta no se ni dónde y de ahí decidí caminar equipaje en mano por 10 cuadras hasta el Hotel de France – Invalides, un hotel chiquitico pero perfecto para las necesidades de una viajante con la única pretensión de un baño en la habitación. Como extra el desayuno estaba incluido y un croissant en París, es un croissant en París.

Si algo puede decirse de los franceses es que han sabido manejar el marketing de París de manera ejemplar articulando las transiciones de una ciudad a través del tiempo que atrapa al visitante en una experiencia que pudiera calificarse a la vez de frívola e intelectual.

No nos encontramos frente a la antigüedad como sucede en Roma, ni sumergidos en la modernidad de New York, París es otra cosa, ella nos sumerge en un recorrido en el que se pierden las transiciones pareciendo haber una  continuidad peremne.

Esta ciudad maneja el fluir perfecto de un espacio a otro, es armónica y a la vez esplendorosa, cada recorrido está lleno de sorpresas urbanas admirables sin que uno perciba rupturas extremas hasta que uno se encuentra con el Centro George Pompidou y ahí sí que el contraste es absoluto y a mi parecer marca un profundo cambio en la imagen de la ciudad convirtiéndose en el detonante de entrada al siglo XXI.

Recordemos que París sufre un profundo cambio en 1853 cuando se le encarga al Barón Haussmann quien era el prefecto del departamento del Sena, la renovación de la ciudad para hacerla más higiénica y controlable frente a las revueltas de la población, que no eran pocas.

Esta modificación urbana sentó las bases de París tal como la conocemos hoy, una ciudad limpia, de amplias calles y luminosa. Haussmann coordinó el plan de renovación junto con un equipo multidisciplinario donde participaban entre otros, economistas, arquitectos, ingenieros y políticos. 

La ciudad adquiere la morfología que conocemos hoy a partir de ese momento, logrando integrar todas la zonas que la conformaban y dejando los lineamientos para su crecimiento en el tiempo. Se establecen las pautas para el desarrollo de las edificaciones, su altura, su relación con la calle, su armonía entre los conjuntos urbanos y además el reconocimiento del espacio vacío expresado en plazas, parques y jardines públicos que dan a París el carácter de una ciudad para recorrer y disfrutar por parte de la ciudadanía. Contemplar el Sena, recorrer los bulevares, disfrutar de un café en una de las muchas terraza, pasear por los parques o sentarse en un banco en alguna plaza se convirtieron en los atractivos para lugareños y visitantes. París se convirtió en modelo de transformación para todas las ciudades a nivel mundial.

En 1889 la ciudad alcanza un gran renombre internacional con la inauguración de la Exposición Universal donde la gran protagonista fue la Torre Eiffel para ese momento la construcción más alta del mundo con más de 300 metros de altura. Debo decir que tuve la suerte de que el hotel donde me hospedé durante mi visita se encontraba muy cerca del Campo de Marte donde está ubicada la Torre Eiffel que junto con la cúpula del mausoleo de Napoleón fueron  de las primeras imágenes de la ciudad que se grabaron en mi mente y las usaba como puntos de referencia para ubicarme dentro de la gran esplanada que es París, donde el único punto elevado que recuerdo es el de la iglesia del Sagrado Corazón en Montmartre, la colina sagrada, un lugar pintoresco donde por tradición se instalaban los pintores y bohemios de todo el mundo  porque Montmartre tiene una condición geográfica distinta dentro de la ciudad al ser una colina y mantener una estructura urbana diferente más próxima a lo medieval. 

Llegué si no recuerdo mal por la estación de metro de Anvers, gracias a la compañía de Ricardo que fue un anfitrión magnífico y me acompañó en esa breve visita a Montmartre.

La estación de Anvers está contenida en un edificio restaurado, es modesto pero impecable y eficiente con comercios discretos pero interesantes y es que el metro de París no le ganó en tiempo al de Londres o al de New York, que se inauguraron en 1863 y 1885 respectivamente, pero sin duda  al comenzar a funcionar en 1900 marcó la entrada de la ciudad al siglo XX y hay que reconocerlo como un sistema de transporte muy eficiente y lógico en su estructura para prestar servicio a toda la ciudad con sus 16 líneas que van po{eticamente desde el Art Nouveau hasta la contemporaneidad. 

En 1940 Hitler decide tomar París para ello implementa la Operación Paula, el 3 de julio de 1940 la ciudad es bombardeada capitulando al poco tiempo frente al Tercer Reich, hay que reconocer que la foto en la que vemos a Hitler con Albert Speer entre otros nazis es un documento invaluable, sin embargo, la resistencia francesa integrada por españoles, judío y polacos, más que por los mismos franceses no disminuyó su empuje libertario, se dice que Hitler pensó en destruir los principales edificios de París al ver perder su control sobre la ciudad, la Torre Eiffel era uno de sus principales objetivos porque entendía perfectamente que era el emblema de la ciudad y por supuesto de la nación. Por suerte para todos París salvó su tradición arquitectónica y la Torre Eiffel se mantuvo como símbolo de progreso y esplendor urbano.

Esta ciudad bella, activa y armoniosa va a ver de pronto un cambio abrupto en su imagen urbana, es un cambio puntual pero profundo que se produce con la construcción de un museo, el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou, nombrado así en homenaje al presidente francés un apasionado por la modernidad y el arte por lo que se empeñó en promover para París una imagen que rompía con la tradición haussmanniana disparándola hacia el siglo XXI. 

El proyecto se les encargó a los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers quienes estaban fuertemente influenciados por el movimiento inglés Archigram y desarrollaron un edificio que hace realidad una fantasía futurista y de alta tecnología, así aparece el más emblemático edificio de la tendencia High Tec de París inaugurado tras la muerte del presidente Georges Pompidou en 1977 por lo que se le incorporó su nombre como reconocimiento a su labor.

Este presentación histórica me sirve para tratar de explicar mi fascinación al llegar por la estación de metro de Rambuteau y sorprenderme con ese edificio tan extravagante dentro de la sobriedad urbana de París. 

Es que el Pompidou es como un juguete que armó un niño gigante y lo colocó cuidadosamente junto a los otros edificios de fachadas grises o amarronadas con sus techos inclinados, mientras que el Pompidou es una explosión de color y piezas de mecano que se ordenan con su propio ritmo para desconcertar al ciudadano promedio y divertir a los más atrevidos, dentro de los cuales creo encontrarme porque sin duda me pareció el edificio más divertido de París y eso que no lo pude disfrutar a plenitud porque ya era casi de noche.

Como cuento una cosa cuento la otra, lo que si me sacó de quicio fue la visita al Louvre, una pesadilla para encontrar el sitio donde tenía que recoger la entrada y después la llegada al museo repleto de turistas chinos y sobre todo canadienses con la peor educación que he visto y la actitud más frívola y fastidiosa que un grupo humano puede tener ante el arte.

La sala de la Mona Lisa parecía una venta en rebaja con la gente empujándose y las tomas de fotografías con los celulares. Afortunadamente pude contemplar las otras obras de Leonardo da Vinci con más sosiego y también a Caravaggio hasta llegar a la magnífica Victoria de Samotracia que me hizo contener el aliento. 

Debo decir que a la salida y no a la entrada pude disfrutar de la pirámide de cristal diseñada por I.M. Pei, esta pirámide a mi parecer armoniza sobria y elegantemente en el centro de ese espacio llamado Corte Napoleón y es un indicativo inequívoco de la entrada al museo a pesar de ser una pieza de arquitectura tan criticada. Espero la próxima vez ir en otoño o en primavera y nunca más en verano con tanto turista insensible.

La comida en el cafetín del museo es cara y fue imposible averiguar sobre su calidad por la cantidad de personas que había, pero no importó porque me encontré con Franco un amigo italiano que por casualidad estaba también en París y disfrutamos de un agradable paseo por el barrio gay y comimos en un restaurant pequeño y muy francés donde lo que pensamos que pedimos no fue lo que trajeron, pero igual estaba delicioso. 

Caso aparte debo recomendar que cuando visiten París vayan a Trocadero y ahí en los puestos callejeros están las mejores crepes que podrán disfrutar en la ciudad al mejor estilo francés. 

No podía faltar mi visita al Arco de Triunfo y perder como media hora buscando el nombre de Francisco de Miranda hasta encontrarlo y enorgullecerme, pero lo que me parece sublime es como los urbanistas franceses han consentido en que un arquitecto danés marque la dirección entre la ciudad digamos clásica y la nueva ciudad posmoderna con esa línea visual entre el Arco de Triunfo y el Arco de La Defense, hasta allí llegué para ver ese cubo abierto que forma un arco con su vacío inmenso y permite disfrutar de una experiencia casi de ciencia ficción,  de ahí parte un paseo que se conoce como la explanada de la Defense y que al recorrerlo profundizó en mi esa sensación mística que todo el conjunto posee. Desde el Arco de Triunfo se ve la ciudad nueva llena de rascacielos y desde el Arco de la Defense se ve a la ciudad antigua con su urbanismo haussmanniano.

Cosa por ver en esa hermosa ciudad me quedaron muchísimas, la Iglesia de la Madeleine que es un excelente ejemplo de arquitectura neoclásica y la inigualable Notre Dame las vi solo por fuera, así que como supuestamente dijo Enrique de Navarra – IV de Francia: París bien vale una misa, yo no diré menos y la próxima vez espero poder ver una en Notre Dame justo cuando el sol atraviese el centro del rosetón y caiga sobre el cáliz.

Todas las marcas mencionadas en este artículo son propiedad de sus respectivos dueños, la imagen de la portada es de Guillermo Amador, las imágenes internas son creadas con Midjourney por Guillermo Amador. Los videos insertados desde YouTube son propiedad de sus respectivos creadores.

Hortensia Pérez Machado

Hortensia Perez Machado es Arquitecta, Licenciada en Arte, mención Cine, que es una de sus pasiones. Es profesora en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, y está encargada de su maravillosa biblioteca en ese patrimonio de la humanidad.

Add comment

Robot

La intención de Robot es compartir ideas y opiniones de emprendedores, soñadores, artistas, gente única e irrepetible que sueña, construye, piensa, se atreve…lo logra. Gente que entiende la tecnología como una herramienta para enriquecer e impulsar el camino que recorremos. Gente que disfruta el estilo de vida digital, pero nunca lo cambiaría por un atardecer, una buena conversación con otro ser humano, el olor del césped recién cortado, escuchar una canción, probar un pedazo de turrón.

Porque si sientes que tienes algo que contar, probablemente alguien esté ansioso por leerlo.

Highlight option

Turn on the "highlight" option for any widget, to get an alternative styling like this. You can change the colors for highlighted widgets in the theme options. See more examples below.

Instagram

Instagram has returned empty data. Please authorize your Instagram account in the plugin settings .

Podcast

Un podcast para humanos, hecho por humanos que trabajan para un robot.

Advertisement

Small ads