Aglaia BerluttiEl Oscar del año 2021 seguramente será recordado por su reflejar un año caótico en la Industria. No sólo se trata de un recorrido a lo mejor del séptimo arte, sino a las grandes influencias de la cultura en el medio. ¿Podría afectar eso las posibilidades de las nominadas a mejor actriz?
El Oscar 2021 tiene una doble responsabilidad. Por un lado demostrar que el mundo cinematográfico pudo soportar en pie la pandemia. Por otro, que el cine de hecho, es un reflejo de la sociedad y la cultura, incluso en sus peores momentos. De modo que las nominaciones, son un recorrido por lo más destacado del año y también, los principales temas en la palestra social y cultural. ¿Cuando puede afectar eso a la lista de nominados?
En el caso de la categoría a la mejor actriz, incluso la lista de nombres es más compleja. Se trata de una instantánea de clima cultural que rodeó a las grandes discusiones de nuestra época. ¿Cuanto afecta un peso semejante a las candidaturas? Lo analizamos a continuación.
Viola Davis por La madre del blues de George C. Wolfe
Con un Oscar a la mejor actriz secundarias a cuestas, no queda duda que Viola Davis es una de los nombres claves en esta selección. En esta ocasión, llega al cuadro de nominadas gracias a otra adaptación August Wilson. No es un hecho menor. En una época de discusiones sobre el racismo y con el recuerdo de George Floyd aún fresco, la versión del dramaturgo sobre la realidad es clave. De la misma forma en “Barreras” (2017), “La Madre del Blues” muestra a norteamérica desde la condición de la discriminación. Y es Viola Davis quien lleva a cuestas un durísimo y complejo papel que requirió además, una transformación física. Pero además, su personaje es el reflejo del sufrimiento enfurecido que provoca el prejuicio.
A favor:
Viola Davis ya captó la atención de buena parte de la crítica especializada, incluso antes que Netflix postulara la película a los Oscar. ¿El motivo? La condición simbólica de su personaje. Davis no sólo interpreta a la icónica Ma Rainey, sino que sacude la concepción de la mujer negra sexualizada en Hollywood. El tema se ha debatido en varias de las películas del año, pero en especial, Wolfe crea una versión incómoda sobre una mujer polémica. En EEUU el hecho de la mujer afroamericana convertida en objeto sexual y secundario ha sido un tema incómodo. La inmensa actuación de Viola Davis evade explicaciones sencillas y muestra a su personaje como un símbolo de éxito controvertido.
En contra:
Viola Davis ganó el Oscar a mejor actriz de reparto en 2017, también por un drama de August Wilson. Y también, por un personaje que sacudía la imagen de la mujer afroamericana tradicional. El paralelismo podría jugar en contra de la actriz, en especial, en un año que busca destacar nuevas propuestas. También está el hecho, que varios críticos han señalado que la actuación de Viola se basa en gran parte a su cambio físico. La actriz tuvo que aumentar casi 20 kilos para encarnar al personaje. Y si antes, algo semejante se consideraba un elemento importante a la hora de la nominación, ahora cuestiona el sentido de lo sutil. O al menos, lo ha hecho en el caso de Viola.
Frances McDormand por Nomadland de Chloe Zhao.
Junto con Viola Davis, es otra de las nominadas que podría hacer historia en la noche de los Oscar. En el 2017, la actriz ganó como mejor actriz por “Tres Anuncios a las afueras” de Martin McDonagh. La interpretación fue considerada no sólo una de las mejores del año, sino icónica. Algo semejante ocurre con su actuación en Nomadland. La actriz logró encarnar la narración periodística de Jessica Bruder en un recorrido doloroso y profundo por una norteamérica desconocida. Su Fern es una mirada a la pobreza, la exclusión y el sufrimiento cultural que sorprende por su sutileza. No hay debate política o social directo en la actitud del personaje. Una víctima entre víctimas, el país se convierte en un mapa de inquietud y aspiraciones rotas. Y McDormand, las encarna todas.
A favor:
Sin duda, Nomadland es la película del año y la actuación de la actriz, el símbolo de su éxito. Se trata de un recorrido por la norteamérica profunda, desde la mirada dura y madura de una mujer poderosa. Como otro de los personajes introspectivos y emocionales de McDormand, Fern es la encarnación del subtexto del guion. Hay algo profundamente intuitivo en su mirada al bien y el mal, al país al extrarradio.
En contra:
Se ha rumoreado que el Oscar 2021 es una oportunidad de la Academia para renovarse. De modo que la actuación de McDormand podría ser considerada uno de los íconos instantáneos de un año complicado. ¿Qué mensaje desea enviar el mundo del cine en un año duro? Quizás no sea el de un país en escombros y la angustiosa realidad de la pobreza por un sistema despiadado. Se ha comentado que quizás, la Academia opte por una versión menos pesimista de la realidad que la McDormand encarna.
Vanessa Kirby por Fragmentos de una mujer de Kornél Mundruczó
Con una de las actuaciones más poderosas del año, Vanessa Kirby se disputa el Oscar entre leyendas. Y podría ser la gran sorpresa de la noche. Su versión sobre una mujer que atraviesa una muerte neonatal y su tránsito hacia la redención, conmovió a los críticos. Como si eso no fuera suficiente, protagoniza una de las escenas más duras del cine del año pasado. El prólogo de casi 20 minutos de Fragmentos de una mujer, es una durísima recreación naturalista del dolor. Y Vanessa lo muestra desde la sutileza, la ternura y al final, un sufrimiento en estado puro que desarma al espectador. Todo un prodigio de actuación en medio de una complicada puesta en escena.
A favor:
Sin duda, Kirby sorprendió a la crítica al protagonizar una película atípica y que reavivó el debate sobre la imagen femenina en el cine. Su personaje no es una víctima, tampoco es por completo la habitual madre coraje del cine estadounidense. En realidad, es un adulto contemporáneo traumatizado por una tragedia inclasificable. Y esa cualidad de terreno no explorado, lo que podría brindar el Oscar a la actriz, que ya obtuvo la Copa Volpi del Festival de Venecia.
En contra:
La película no tuvo toda la repercusión esperada. De hecho, la meditada actuación de Kirby tuvo que enfrentar la crítica a la estructura del film. El larguísimo prólogo en la que se muestra la escena central de la película, resta potencia al resto del metraje. O esa ha sido la discusión alrededor de la forma en que Fragmentos de una mujer, presenta su historia. Al final, podría ser un fenómeno de probabilidades. ¿Podría Kirby vencer a dos colosos que esperan hacer historia como McDormand y Davis?
Andra Day por The United States vs. Billie Holliday de Lee Daniels.
La menos conocida de todas las nominadas, es también la que tiene la actuación menos contemplativa y sí, más cercana a una experiencia total. La Billie Holliday de Day no es sólo la encarnación de un mito, es una mujer viva que asombra por sus matices. Algo que no debió ser en absoluto sencillo, con un personaje basado en extremos. La crítica ha resaltado la forma en que Day humanizó a una mujer mítica hasta hacerla creíble. Un logro actoral que requirió meses de investigación y ejercicio actoral de una Day maravillada con su personaje.
A favor:
Este es el año de la reivindicación de Billy Holliday. No sólo su legado ha sido debatido desde perspectivas distintas, sino que se ha puesto en realce su talento. Algo que finalmente, erosiona el mito de talento salvaje e incontrolable a su alrededor, para poner en relieve su poder como figura. La película de Daniels lleva a un nuevo nuevo nivel los habituales biopics de estrellas musicales. Matiza la idea del éxito y debate sobre la figura con una habilidad que deslumbró a la crítica. Y parte ese reconocimiento, se debe a Day, convertida en metáfora del talento y el dolor cultural.
En contra:
La escasa distribución de la película. Como original de HULU, su recorrido fue fue limitado y en realidad, ha tenido poca resonancia mediática. Además, el hecho que buena parte de su reconocimiento se debe sólo a la actuación de la actriz afecta seriamente sus posibilidades.
Carey Mulligan por “Una joven prometedora” de Emerald Fennell
Con su durísimo trasfondo sobre el consentimiento y la sexualidad moderna, la película de Fennell sorprendió a la crítica. Pero aún más lo hizo, la actuación de Mulligan, convertida en el espíritu de la venganza desde lo contradictorio. El discurso contestatario de la película se sostiene por completo sobre sus hombro. De la misma manera que la actitud transgresora de un guion que incomoda por su cualidad brutal y brillante.
A favor:
La película fue la gran sensación del más reciente festival de Sundance. También, Mulligan ha recibido una considerable atención durante la temporada de premios. En especial, por el hecho que su actuación resulta toda una bocanada de aire fresco en un año de papeles más o menos predecibles. Además, Mulligan logró lo que parecía imposible. Crear un personaje políticamente retador sin dejar de brindarle un espacio de matices emocionales.
En contra:
El fuerte acento político, que deberá hacer frente a la versión de Davis y McDormand sobre temas análogos. La encarnación de los grandes dilemas políticos y culturales actuales, es uno de los puntos fuertes del Oscar 2021. Y Mulligan es quizás, la versión más benigna de reflexiones potencialmente críticas sobre el tema.
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