Desde siempre he sentido gran admiración por los robots y por la tecnología. Desde pequeño supe que iba a trabajar con computadoras, no importa lo que estudiara en la universidad, no importa cuál fuera el camino que escogiera para recorrer, siempre supe que usaría una computadora para impulsarme a recorrer ese camino.
La tecnología para mi siempre ha sido una forma de hacerle la vida más fácil a las personas, una herramienta para lograr lo que soñamos (junto a la imaginación, el trabajo y la constancia). Hoy cualquiera puede grabar su propio programa de televisión, hoy cualquiera puede tener el programa de radio que soñaba, publicar lo que piensa, sus cuentos, teorías, quejas, dudas, lo que sienta importante, y potencialmente va a ser visto por cualquiera en el mundo. Si lo van a ver o no es otro tema, pero desde hace años sostengo que si lo escribes, alguien lo va a querer leer. Somos nodos de una gran red, una red de personas, y cuando esa red se conecta e intercambia información, se hace rica, poderosa, adictiva, indestructible. Obviamente hay “errores en la matriz”, la tecnología puede ser tan adictiva que te desconecte de la realidad que te rodea y se puede convertir en destructiva. Ahí entra mi fascinación por los robots.
Isaac Asimov escribió en 1942 (en Runnaround) un conjunto de normas que los robots de sus novelas están diseñados para cumplir. Son conocidas como las tres leyes de la robótica, y establecen lo siguiente:
- Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitirá que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la 1ª Ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.
La tecnología no debe hacer daño a los seres humanos, sino ayudarlos a construir, crear, compartir, conectarse con otros, como los robots de Asimov, y al hacerlo, ayudar a la humanidad en su conjunto.
Hoy la tecnología nos permite enriquecer nuestra vida y la de otros, nos permite conectar los puntos y llegar mucho más lejos. La intención de Robot es compartir ideas y opiniones de emprendedores, soñadores, artistas, gente única e irrepetible que sueña, construye, piensa, se atreve…lo logra. Gente que entiende la tecnología como una herramienta para enriquecer e impulsar el camino que recorremos. Gente que disfruta el estilo de vida digital, pero nunca lo cambiaría por un atardecer, una buena conversación con otro ser humano, el olor del césped recién cortado, escuchar una canción, probar un pedazo de turrón.
Porque si sientes que tienes algo que contar, probablemente alguien esté ansioso por leerlo.
Bienvenidos a Robot.